julio 17, 2009

Una sombra persistente

Y aparece de pronto como en un remolino, como arrastrado por los vientos o impulsado por las olas lascivas; cae del pedestal y se rompe en más de mil pedazos, se fragmenta, pierde en un parpadeo la totalidad que lo compone, se deshace en ese segundo rapaz de las dos palabras que le delinea el rostro y las manos. Con la brutalidad del golpe pierde las piernas, se fractura los tobillos y yace de rodillas, casi, implorando perdón por los más de siete pecados cometidos sin ayuda de las fuerzas malignas, que -dicen- abrasan su alma, y la rebasan. Comenzó como una repentina y fugaz comezón, ahora es una picazón insoportable que le ha dejado imborrables huellas de rasguños en el torso y la espalda. Está desfigurado, oculto detrás de la ventana, espiando desde los rincones, pues, pese a su desfragmentación se reusa a perderse de los insuperables momentos que están resguardados tras las paredes de la habitación. Es un espía encubierto, un pobre diablo que deshaciéndose de lo que se ha hecho, se empeña en desgarrarse la piel por retratar y resguardar en su memoria, una imagen, una sola imagen. Busca el modo de permearse por los resquicios de la puerta, mira con atención por el picaporte, con las ganas envolviéndole el cuello hasta asfixiarle... intenta, se debate, con la intención de capturar la imagen taladrante que cimbre sus entrañas, esa que haga bombear su sangre y le devuelva la vida para poder morir... sí, desea vehemente recobrar la vida que le ha sido negada para quitársela con el placer de la muerte. Los frutos de su propio 'jardín de las delicias' no se han agotado pero, ya no es capaz de cosechar. No, no es que la pasión ya no incendie su venas o consuma con el fuego su lengua; no, no es eso, simplemente la locura le invadió la cabeza y el cuerpo, y sabe por primera y diez milésima vez, que en esta ocasión, no es transitoria.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

cuánta locura nos invade ultimamente, verdad? Pero como dijo Dalí: "La diferencia entre un loco y yo, es que yo no estoy loco".

un besito cachichurris!

ugo

L.C dijo...

Sí, así es Ugo... lo asombrosamente tenebroso es cuando esa locura que puede ser efímera se vuelve nuestra sombra persistente... cuánto podemos ser, cuánto podemos hacer cuando se nos instaura en la piel y las venas.

Un beso de regreso.

Anónimo dijo...

Irv said:

wow, me gustó. Si así escribieran algunos teóricos de la personalidad, mis calificaciones otra historia serían.
-La angustia hace que el neurótico no se aproxime al objeto que desea, al perverso lo salva de la locura el transgredir y gozar, y el unico remedio contra la muerte del psicótico es su delirio...somos el salvavidas de algún psicótico.
Besillos libres de farmcos o de plantas tóxicas :D

Diario de nuestros pensamientos dijo...

me gusto

Saludos