El romanticismo empolvado -cubierto por los años- y traspapelado -por un incidental olvido- resurge al compás de los tonos suaves y delicados de las canciones propias de las horas en duermevela. Se cuela inicialmente por los quicios de la noche y la luz lunar, poco después se escurre por las grietas de la cama -pese a la reciente reparación- y se desliza altivo bajo la puerta hasta instaurarse en las palmas de mis manos, a tal punto que puedo moldearlo, juguetear con él: fragmentarlo y desfragmentarlo, atinándole a la forma que mis antojos convengan...
noviembre 29, 2009
Confesiones precipitadas
noviembre 08, 2009
RaPsoDiA

Sigue orquestándose esta sinfonía y aunque ocasionalemnte no suela reconocerme entre los múltiples acordes que la componen, esta vez, me deslizo entre las cuerdas de los violines para dejarme ver; me permito, incluso, aparecer con las notas volátiles provenientes del piano y con los ahogados rasguidos del violonchelo. Me develo entre los sonidos tenues y armónicos de la flauta y exploto cuando brota de todos ellos la eufonía que da vida a mi rapsodia.
Suena el sax... los latidos aumentan, luego se compasan...
¡No dejes de Tocar!
octubre 23, 2009
DemontreS
Sí, tienes razón, en tiempos primitivos los demonios no te trastocaban o, por lo menos, no atacaban las entrañas de tu ser, se limitaban a rondarte los cabellos y de cuando en cuando te acariciaban, pero qué es al presente de aquellos tiempos...
¡Pinches demontres!... te poseen: maldito cuerpo enfermo tu cuerpo.
octubre 20, 2009
Nauseabundo olor a mar

Ganas insoportables de vomitar, todo y la sangre que se agolpa en los intestinos: grueso y delgado llenos de un narcótico salino que no puede ser disuelto por las aguas agitadas de la locura y la liviandad. Gotas ácidas desintegrando los espejos de la dicha viva en aquellas horas ya muertas a manos de los incesantes minutos que se suceden y los que viene detrás.
octubre 18, 2009
Otro más

Tálamo

Desierta, sobre todo, cuando hay tormentas y las arenas movedizas trastocan los pasos seguros alejándola de convertirse en oasis. Tropical o veraniega según se le ocupe y con qué frecuencia, a placer de las horas que se pasen en ella.
Seductora y coqueta, invita al cuerpo y los huesos a perderse entre sus pliegues y capas, en la confortabilidad de sus brazos y piernas que ciñen ajustadamente al ocupante en turno. Infiel, capaz de recibir con amabilidad y agrado a quien la tome despojándola o no de sus ropas; aloja y cobija a cualquier forastero, o un par o más de ellos, cumpliendo exigencias y gratificando con suaves y breves descansos o profundos y prolongados estados de éxtasis al que con fervor a ella se entrega.
Protege y cura, mancilla y provoca, seduce pero, sobre todo, conduce al letargo exquisito de sentirse perdido en sus adentros, detrás de su vendaval y ajuares… caliente, suave y deseable: la cama.
septiembre 13, 2009
Grietas
septiembre 12, 2009
Encarcélame

Hay remolinos en los mares y en las cosas. Ventarones en el alma. Playas desiertas. Nubes grises sobre la casa. Olores regados entre las sábanas. Hay veranos e inviernos cruzando ese mar. Dolores de cabeza y mujeres hermosas que se vuelven molestas cuando no se pueden olvidar. Centellas y fuego que raspan las lenguas. Pies cansados de tanto andar.
Hay cosas que pintas y vuelves a pintar. Hay cientos de razones para encerrarme contigo y cerrar la puerta después de entrar.
agosto 24, 2009
Encinta

agosto 17, 2009
Consagrando mis recuerdos
los días sin dios,
pecados y cuerpos derrochados;
fuiste tú, fuiste antes, eres el instante.
Y fuiste tan breve que me duraste el trágico lapso entre un suspiro y un parpadeo... el tiempo que tarda en diseminarse una bocanada de humo, mientras nuestros 'better days' se hacían cenizas sobre la tela por la que después soplo el viento... Y fuiste tan absoluta que aún en los días de mi día, se escurren sobre el cielo los nominativos que usabas y tus ojos colgados de una nube cargada a punto de reventarse sobre mis hombros... Y fuiste tan noctámbula que de vez en cada noche, surcando las profundidades de los negros abismos, encuentro que sólo por una noche, la luna brilla sin atavismos.
agosto 10, 2009
Domingo Amores

¿Qué se siente?, ¿era esto lo que querías?... poco importa ya... es todo lo que tienes. Sigue fingiendo, que más da, al fin que la noche te cubre entre sombras y te hace invisible y te permite permearte entre las rendijas y quicios, entre goteras y desvelos.
Es todo lo que tienes, eso y nada más... tus farsas y tretas, los sitios de escape, tus guaridas, tus murallas... No, no digas más, a ti te va bien el encierro... te ves mejor prisionero que cuando andas al vuelo atrapando las mentes de aquellos que duermen o -cuando menos- intentan descansar. Ya llegaste Domingo Amores, con tu madrugada y tu sol de mañana, con tus dudas y tu drama certero con el que pretendes cautivar.
Pero puedes marcharte ya que desde hace otoños Viernes Pasiones no te espera ni te guarda lugar en su cama, y hace unos días Martes Corazones le puso precio a tu cabeza; ya ni siquiera los días de guardar está dedicados al señorón de Domingo Amores... y en este puerto, en aquel pueblo y en las costas de la región gobiernan Lunes y Jueves, los hermanos Dolores.
agosto 05, 2009
¿Qué harías tú si Adelita se fuera con un comisario?
julio 17, 2009
Una sombra persistente
julio 08, 2009
PaNoRaMa

julio 02, 2009
Estío
junio 26, 2009
Pasos atrás

junio 03, 2009
Entre ruidos y rugidos
mayo 27, 2009
mayo 25, 2009
Que me amanezca en tus brazos
y contrario a redactar mi epitafio,
paso el tiempo construyendo mi requiem...
Lo extraño es que contigo aquí,
las notas se suceden inversamente,
y ya no comienzo las piezas con SI -pensando en hubiera- sino con SOL -deseando que amanezca-.
mayo 13, 2009
Baúl de los recuerdos
donde un día cerró los ojos
con la esperanza de despertar allí mismo,
mil años luz antes de ese momento.
Esa noche flotaron por la habitación
-como ahora en esta hoja-
esas memorias que pertenece al baúl de los recuerdos.
mayo 10, 2009
"Mirando al cielo" Huecco
abril 26, 2009
CaFé Y CuErPo dE MuJeR

El café al igual que la mujer puede tomarse caliente, tibio o frío -cosa que es poco recomendable- pensó. Tanto el café como la mujer, despiden un exquisito aroma que detona recuerdos, instintos y sensaciones... Aroma de café y aroma de mujer son además una excelente combinación. El café despierta en la boca del que lo prueba y con delicadeza lo bebe una fiesta de sabores, lo mismo que el cuerpo de una mujer cuando se degusta con suavidad y con tiempo. La hora del café propicia largas y fascinantes conversaciones que rara vez termina en un acuerdo, se profiere en cambio un: "no te entiendo"; hablar de mujeres es un tema polémico y absorbente, pueden pasarse horas, pero regularmente la frase concluyente es un: "quién las entiende", mas el café puede beberse mientras se conversa, pero no es fácil conversar mientras se bebe una mujer -se dijo después-.
abril 18, 2009
FrAgOr

abril 14, 2009
La indirecta comprendida
abril 12, 2009
Suspiro entre trazos borrosos, rotosos...
abril 10, 2009
Evocarte para invocar
abril 09, 2009
Quella -funesta- finestra

abril 02, 2009
De otra, será de otra, como tú de mis labios

No, tú no estabas, sólo Ella y yo a puerta cerrada, jugando cuerpo a cuerpo, apostándole a su desnudez y a la mía; urdiendo con estos dedos esos lugares recónditos, recorriendo con mis palmas cada palmo de dermis y epidermis, descubriendo con mi lengua cavidades antes para mí vedadas.
A conciencia Flaca, todo fue a pura conciencia, la deseaba y quería su silueta dibujando en el aire indescifrables piruetas, y su espalda sutilmente bronceada y su vientre caliente y su sexo mojado. Por eso ella estaba conmigo, por amor y por ganas. Sí Flaca, le amo, de algún modo le amo, y a su manera Ella también lo hace conmigo... lo hacemos...por amor y por ganas, sin rencor y sin miedo... lo hacemos... por religiosidad, pasión y deseo.
Joder. y yo allí, con la boca seca y palpitante de besos y Tú, en algún lugar ofreciendo, lastimosa, tus labios.
marzo 20, 2009
Ecos de ciudad
marzo 09, 2009
Exquisiteces

Pero sólo te veo y te veo..... y no me atrevo a tocarte. Tus aromas me envuelven. Te siento, amor, te siento. Tienes fuego adentro. El tiempo no existe. Sólo esto. Fusión de suspiros, tormenta de ecos. Qué embriaguez. Qué júbilo. Un vuelo de tórtolas sobre tu cuerpo. Nido de alondra tu nido. Tu gruta encarnada. Ansias, tengo ansias de tu vientre, del coral entre tus muslos.
marzo 08, 2009
De otros
Que se cierre esa puerta que no me deja estar a solas con tus besos. Que se cierre esa puerta por donde campos, sol y rosas quieren vernos.
Esa puerta por donde la cal azul de los pilares entra a mirar como niños maliciosos la timidez de nuestras dos caricias que no se dan porque la puerta , abierta.....
Por razones serenas pasamos largo tiempo a puerta abierta. Y arriesgado es besarse y oprimirse las manos, ni siquiera mirarse demasiado, ni siquiera callar en buena lid....
Pero en la noche la puerta se echa encima de sí misma y se cierra tan ciega y claramente que nos sentimos ya, tú y yo, en campo abierto, escogiendo caricias como joyas ocultas en la noche con jardines puestos en las rodillas de los montes, pero solos tú y yo.
La mórbida penumbra enlaza nuestros cuerpos y saquea mi inédita ternura, la fuerza de mis brazos que te agobian tan dulcemente, el gran beso insaciable que se bebe así mismo y en su espacio redime lo pequeño de ilímites distancias...
Dichosa puerta que nos acompañas cerrada, en nuestra dicha. Tu obstrucción es la liberación de estas dos cárceles; la escapatoria de las dos pisadas idénticas que saltan a la nube de la que se regresa en la mañana.
(Cuando pensamos que no lo lograriamos: ahora estamos; te extraño R.I.J.E)
marzo 07, 2009
Egoísta, amor egoísta

Este notario firma lo que escribo, esta letra no la protestaré, ahórrate el acuse de recibo, estas vísperas, son las de después.
A este ruido, tan huérfano de padre no voy a permitirle que taladre un corazón, podrido de latir, este pez ya no muere por tu boca, este loco se va con otra loca, estos ojos no lloran más por ti".
Joaquín Sabina
"Nos sobran los motivos"
febrero 26, 2009
Desfragmentación

Se ha dado finalmente el choque de la luna con el sol, salen ahora disparados algunos trozos candentes, resquicios de fuego y pedazos sin destello; están por todas partes: son las pequeñas huellas que permiten el reecuento preliminar de la explosión. Lluvia de luz entre las sombras y yo... yo caminando apenas con pasos torpes, usando mis manos para supervisar que las heridas de mi cuerpo no estén más abiertas... borbotones de sangre surgen de mi pecho... castillos enormes derrumbados, ilusiones hechas trizas... mi alma en jirones... el aire denso casi irrespirable... tú metida en mis ojos, tu diminuta silueta opacada por tanta destrucción... el cielo que se ha hecho uno con el infierno... y sólo he tenido tiempo de ver pasar el invierno... caos, silencio, ruido, más ruido, silencio, la nada... yo, yo luchando por recuperar las partes que han quedado de tu imagen fragmentada.
febrero 19, 2009
Huelga estomacal
Noticia de última hora
LaBeRiNtO
¡Basta!... Basta he dicho hoy al ver la tarde, al enfrentarme al calor del medio día, al sentir apenas unas pequeñas gotas de sudor sobre mi frente. Ya no más, no más de eso que sabe y ha sabido a sal, sal de lágrimas que duelen. No es que me haya cansado de intentarlo, porque sí, lo intenté, más es muy pronto para ver resultados, por eso lo seguiré intentando, sé muy bien que un segundo no redime tanto tiempo. Con furia, con mucha furia grité BASTA... tenía las manos crispadas, las mandíbulas apretadas, el semblante descompuesto y el alma convaleciente por el golpeteo de aquella rabia creciente.
enero 31, 2009
Buscando el fondo
Mi andar que no se detiene, yo que no deseo detenerlo, seguramente porque cada paso representa la experiencia de haber probado algo nuevo, la angustia de jamás haber estado allí, la curiosidad que lleva a descubrir y el placer de haberlo conocido. Vivencias dulces y amargas... una lágrima seguida de una consoladora sonrisa, y esa sonrisa perpetrada por la salada soledad de mis ojos. La música que no para, las luces palpitantes, alcohol en las venas... una botella y la que sigue... La mujer desconocida que llegó a besar mis labios, más mujeres, otras, ron, un cigarro, las luces, la música, el humo, ella, yo...
enero 24, 2009
Eso que causas, Mar

Qué osadía… y pensar lo que este temblor puede causar ahora… ahora cuando… tú allí en el sitio que tienes, y yo, sitiando ese espacio para poder llegar a la orilla de tu lugar.
Qué osadía… y aún así camino, sin poder contenerme, sintiendo que el temblor va ha derrumbarme en cualquier esquina, no puedo parar, tiemblo más y más… guardo las manos en los bolsillos pero los hombros no dejan de moverse en este vaivén prosado, acompasado con el resto de mi cuerpo.
Breve Historia

Así, casi de pronto abriste los ojos, levantaste la vista y te perdiste por unos minutos en la inmensidad del universo; me pediste me acercara un poco más a ti con un suave tirón de mano y señalaste con uno de tus delgados dedos un punto en el cielo; al mirar descubrí una estrella fugaz, que veloz desapareció detrás del filo de las montañas, fue entonces cuando te decidiste a hablar… -¿me amas?- preguntaste ansiosamente; -¿aún lo dudas?- respondí mientras apreté fuerte tu mano… el profundo y pesado silencio volvió a hacerse presente.
La noche todavía no estaba tan entrada y sin embargo, todo a nuestro alrededor estaba cubierto por una densa sombra, todo, menos el lugar que había escogido, allí los tenues rayos de la luna nos daban la oportunidad de mirarnos casi sin dificultad. No dijiste más, te sentaste sobre el pasto verde y terso, nuevamente con un sólo gesto me exigiste que hiciera lo mismo y me posicionara allí junto, y yo, si cuestión alguna obedecí, como esperando que de una vez por todas quebrantaras aquel misterioso ritual pero, me encontré otra vez contigo, a solas en la oscuridad que no decía nada, y no me atreví a pronunciar palabra, pues, temía romper la magia que a base de silencios e inesperadas reacciones te habías encargado de construir.
Después de un largo rato de permanecer allí sentados, me acuclillé delante de ti y sin dejar de mirarte fijamente a la cara, sin perder detalle de ti, me acerque hasta tus labios para depositar en ellos un cálido beso. Luego de ese beso, seguí mirándote, y empapándome de tu imagen; una vez que sentí que ésta me invadía, me aproximé otra vez a tu boca, pero esta vez te recosté en el pasto y me deje llevar por mis deseos…
Me adosé a ti, hasta que nuestros cuerpos pudieron sentirse, nos besamos y ahora los besos subían de intensidad, las manos que habían permanecido quietas ya no podían hacerlo, una peligrosa sustancia invadió nuestras venas vehemente… y así dejando que cada beso nos condujera al siguiente, y dejando que cada caricia continuara con el compás de la anterior, creció la exaltación en nuestros adentros, el deseo se volvió cada vez más intempestivo y el clima de aquel frío y solitario lugar se torno en una atmósfera propicia para entregarnos sin reservas…
Y yacías en el suelo, desnuda, bañada por la luz de la luna… Fue tan mágico aquel encuentro que aún siento la vibración de nuestros cuerpos; te estremecías con cada roce de mis manos, aunque a momentos lucías tan frugal que tuve miedo de no lograr que llegáramos a tocar el cielo; pero conforme la pasión se apoderaba de nuestras almas descubrí que deseabas ese momento tanto como yo… Imposible olvidar como me recorrías, como te deslizabas sobre mí; tus labios me gritaban que te besara y tus brazos me envolvían, al tiempo que intentábamos fundir nuestros cuerpos; tus piernas, tan firmes, se entrelazaban con las mías y tus dedos se mostraban cada vez más impacientes, se paseaban por mi espalda mientras yo, con los míos dibujaba tu silueta. A momentos era necesario recogerte el cabello para poder mirarte a los ojos, esos ojos brillantes que me revelaban lo mucho que gozabas; recuerdo bien esos instantes en los que era imprescindible hacer una breve pausa para recobrar el aliento, entonces me recostaba a tu lado procurando estabilizar mi respiración e intentando no dejar escapar el calor que nuestros cuerpos sudorosos desprendían…
Y así, con la misma intensidad nos amamos toda la noche, sin dejar pasar algún detalle. Fue un momento maravilloso que aún guardo en mi memoria y que se despierta cada noche mientras medito sobre mi cama desierta esperando que pase el insomnio, aguardando lo deseos de volverte a ver, de volverme a cruzar con esos ojos negros, profundos y brillantes que me enseñaron el camino que conduce directo al paraíso y me brindaron la oportunidad de conocer la intensidad de eso que dicen, es amor…
Méndez
Invierno 05’